El tacto, la vista, el oído, el gusto y el olfato. Estimular los sentidos de los niños con diferentes juegos es una forma de pasar un tiempo muy divertido con nuestros hijos y de que los niños empiecen a conocer el mundo. Estos son algunos juegos para estimular sus sentidos.
Oído: Juegos para unos oídos finos
El juego del despertador: a este juego se puede jugar con un niño o con varios. Todos estamos en una habitación y un niño se marcha fuera. Cuando no está en la habitación, pones el despertador para que suene a los dos o tres minutos y lo escondes (en un cajón, detrás del sofá…, tienes que adaptar la dificultad del escondite a la edad del niño). Llamas al niño para que entre y espere a que suene el despertador. El niño debe intentar encontrar el despertador siguiendo los sonidos que emite. Es un juego de estimulación simple que entrena la capacidad auditiva y se puede jugar con niños muy pequeños. Para niños a partir de los dos años.
Caminatas nocturnas: quien apenas ve algo, escucha con más intensidad. Esta experiencia fortalece la percepción corporal, la autoestima y la confianza. Los niños mayores aprenden que se pueden fiar de sus sentidos y de las personas que les guían a través de la noche. Especialmente interesantes suelen ser las caminatas nocturnas guiadas por expertos de asociaciones de ornitología o de medio ambiente. A partir de los cuatro años.
Olfato: Juegos para narices estrellas
Juego de la mariposa nocturna: El olfato está estrechamente vinculado con el centro de las emociones en el cerebro. Por esto, este juego fomenta la capacidad de orientarse por su „propia nariz“– que es por sus propios sentimientos. Repartes los niños en dos grupos. Unos representan a las niñas y los otros a los niños. Las niñas se rocían cada una un poco de aceite perfumado o de perfume y se esconden en lugares cercanos. Das los frascos a los niñas y ellos tienen que intentar oler dónde está la niña que lleva este olor. A partir de los cuatro años
Gusto: Juegos para niños hambrientos
¿Sabe a ..? Pon varios platos en la mesa. Cada plato debe llevar un alimento diferente, toma algo dulce, algo ácido, algo pegajoso, algo salado, según lo que tengas en casa. Primero los niños pueden mirar todo lo que hay. Luego pones a un niño una venda para los ojos y los demás niños eligen lo que le dan a probar. Una vez que lo tiene en la boca, tiene que adivinar lo que es. A partir de los tres años.
Tacto: Juegos para descubrir los sentidos
¡Tócalo!: toma un saco o una bolsa que no deben ser transparentes y llénala con cosas variadas que los niños deben poder identificar solamente a través del tacto. Puede ser, por ejemplo, un trozo de madera, un cepillo, un juguete, un plátano – lo que tengas a mano. A partir de los dos años.
Andar descalzo: construye un camino al aire libre pegando varios materiales encima de cajas viejas abiertas (fieltro, hilos de lana, botones) y entre ellas pon cubos con arena, agua o lodo. La tarea consiste en caminar por este camino con los ojos cerrados adivinando los materiales que pisas. Estimula el tacto y fomenta la apertura para nuevas experiencias. A partir de los dos años.
Verónica Okrent